¿Qué son?
Los Requisitos Simplificados de Higiene son una iniciativa de la administración pública para ayudar a pequeños establecimientos alimentarios a cumplir con la normativa de higiene de una manera sencilla y adaptada a sus necesidades. Este sistema facilita la aplicación de buenas prácticas en la manipulación, limpieza y control de alimentos.
Objetivo
El objetivo principal es facilitar el cumplimiento de la normativa de higiene alimentaria a los pequeños establecimientos de. Buscan simplificar y adaptar los requisitos legales a las necesidades de estos negocios, ayudándoles a implementar buenas prácticas de manera fácil y accesible.
Beneficios
Facilitan el cumplimiento de la normativa de higiene a pequeños establecimientos, adaptándose a sus necesidades. Ayudan a implementar buenas prácticas de manipulación, limpieza y control de alimentos de manera sencilla y accesible. Reducen la carga administrativa y los costes asociados al cumplimiento de la legislación alimentaria.
Aplicación
Los Requisitos Simplificados de Higiene (RSH) se aplican a los pequeños establecimientos alimentarios de Andalucía, incluyendo: Restaurantes y bares Panaderías y pastelerías Tiendas de alimentación y supermercados de barrio Fruterías, carnicerías y pescaderías Otros negocios de venta o elaboración de alimentos a pequeña escala A estos negocios se les permite simplificar el cumplimiento de la normativa de higiene a medida de sus recursos y necesidades elaborando para ellos Planes Generales de Higiene.
Comercio Minorista
El comercio minorista, está sujeto a una serie de requisitos legales en materia de higiene alimentaria establecidos a nivel comunitario y nacional. Los principales reglamentos que se aplican son el Reglamento (CE) 853/2004 sobre normas específicas de higiene de los alimentos de origen animal y el Reglamento (CE) 852/2004 relativo a la higiene de los productos alimenticios. A nivel nacional, el Real Decreto 1086/2020 y el Real Decreto 1021/2022 regulan y flexibilizan la aplicación de estas disposiciones europeas, adaptándolas a las necesidades y características de los establecimientos de comercio minorista. Adicionalmente, la Ley 1/2010 de Ordenación del Comercio Minorista establece el marco legal general para nuestras actividades como comercio al por menor.
Restauración
Los establecimientos de restauración, están sujetos a una serie de requisitos legales en materia de higiene alimentaria establecidos a nivel comunitario y nacional. Los principales reglamentos que se aplican son el Reglamento (CE) 853/2004 sobre normas específicas de higiene de los alimentos de origen animal y el Reglamento (CE) 852/2004 relativo a la higiene de los productos alimenticios. A nivel nacional, el Real Decreto 1086/2020 y el Real Decreto 1021/2022 regulan y flexibilizan la aplicación de estas disposiciones europeas, adaptándolas a las necesidades y características de los establecimientos de restauración.
Venta Fuera De Un Establecimiento Comercial Permanente
Disposiciones Comunitarias La venta fuera de un establecimiento comercial permanente está regulada por el Reglamento 852/2004, que establece los requisitos de higiene para los productos alimenticios en este tipo de comercialización. Legislación Nacional A nivel nacional, el Real Decreto 199/2010 regula el ejercicio de la venta ambulante o no sedentaria, adaptando las normas europeas a este contexto específico.
Control de Temperatura
El objetivo principal de este plan es evitar la multiplicación de microorganismos patógenos y la formación de sus toxinas en los alimentos, mediante un estricto control de la temperatura en todas las etapas de elaboración y comercialización. Esto es fundamental para garantizar la inocuidad y seguridad de los productos alimenticios a lo largo de toda la cadena de suministro. Para lograr este objetivo, se implementarán procedimientos rigurosos de monitoreo y registro de las temperaturas durante la recepción, almacenamiento, preparación, cocción, enfriamiento y servido de los alimentos. Además, se capacitará al personal en buenas prácticas de manipulación para mantener la cadena de frío y evitar fluctuaciones de temperatura que puedan propiciar el crecimiento microbiano.
Limpieza y desinfección
Programa de limpieza Establecer un programa de limpieza y desinfección periódica de todas las superficies, equipos y utensilios, siguiendo protocolos específicos para cada área. Desinfección adecuada Utilizar productos de limpieza y desinfección adecuados, asegurando una desinfección eficaz que elimine los patógenos y prevenga la contaminación cruzada. Supervisión y registros Llevar registros de las actividades de limpieza y desinfección, y supervisar regularmente su cumplimiento para garantizar la higiene del establecimiento.
Formación manipuladores
Higiene personal El personal debe mantener una excelente higiene personal, como lavarse las manos con frecuencia y usar vestimenta limpia y adecuada para evitar la contaminación de los alimentos. Prevención de contaminación cruzada Es esencial separar los alimentos crudos de los cocinados, y usar equipos y utensilios limpios para cada tarea para evitar que los patógenos se propaguen. Temperaturas seguras Mantener los alimentos a las temperaturas adecuadas, tanto en la cocción como en el almacenamiento, es fundamental para prevenir el crecimiento de bacterias dañinas.
Trazabilidad
Etiquedado Todos los alimentos deben estar correctamente etiquetados para poder rastrear su origen y destino. Registro Llevar un registro detallado de la entrada y salida de productos, incluyendo proveedores y clientes. Supervisión Realizar controles periódicos para garantizar que la trazabilidad se está aplicando adecuadamente.
Control de plagas
Para mantener un establecimiento libre de plagas como insectos o roedores, se deben implementar medidas preventivas y de control efectivas. Esto incluye inspeccionar regularmente el local, utilizar trampas y cebos adecuados, y mantener una limpieza exhaustiva de todas las áreas. Además, es importante capacitar al personal en la identificación y el tratamiento de posibles aparición de plagas, así como llevar un registro detallado de las actividades para el control de las mismas.
Mantenimiento de Instalaciones y Equipos
El objetivo principal de este Plan es garantizar que las instalaciones y equipos utilizados en el establecimiento se mantengan en un estado adecuado y apropiado para el uso previsto. Esto tiene como fin evitar cualquier posibilidad de contaminación de los alimentos o del entorno de trabajo. Se implementarán medidas rigurosas de mantenimiento, limpieza y desinfección para asegurar que todas las superficies, equipos y utensilios se encuentren en óptimas condiciones higiénicas.
Control del agua para consumo humano
El establecimiento debe contar con un abastecimiento de agua potable seguro y suficiente para garantizar la higiene en todas las operaciones. Esto incluye disponer de agua apta para el consumo humano no solo en las zonas de manipulación de alimentos, sino también en los aseos y otras instalaciones. Además, se deben tomar medidas para proteger el sistema de abastecimiento de agua contra cualquier riesgo de contaminación, como la instalación de dispositivos antirretorno en los grifos o la revisión periódica de las tuberías. En caso de que el agua no provenga de la red pública, se deberá demostrar que cumple con los requisitos de potabilidad mediante análisis realizados por un laboratorio autorizado.
Eliminación de residuos
Clasificación de Residuos Separar adecuadamente los distintos tipos de residuos, como materia orgánica, envases, vidrio y materiales peligrosos, para facilitar su reciclaje o eliminación segura. Contenedores Adecuados Contar con contenedores de residuos de tamaño y tipo apropiado, debidamente identificados y ubicados en áreas específicas del establecimiento. Gestión de Residuos Llevar un registro de la eliminación de residuos y asegurar que el transporte y tratamiento de los mismos se realice de forma higiénica y segura por parte de gestores autorizados.
Registro de Incidencias y Acciones Correctoras
Es fundamental mantener un registro detallado de cualquier incidente o problema que surja en la operación diaria, así como de las medidas correctivas implementadas. Esto permite identificar tendencias, prevenir problemas futuros y demostrar el cumplimiento de los requisitos de higiene.